martes, 13 de octubre de 2009

La Relatividad.

Pos si Newton se las daba de tipo importante, que hasta tiene un monumento funerario en Westminster,... muchísimo más gordo fue lo de Einstein.

Einstein; además de tener un sorprendente parecido con Geppetto, el padre de Pinoccio... enunció la teoría de la Relatividad; según la cuál "todo es relativo".

Podría parecer que Einstein estaba de cachondeo... Pero no.

Siguiendo la Relatividad, aunque la Gravedad indique que es importante la altura de la caída, todo es Relativo... Y es verdad demostrada; que es muy diferente si hablamos de piedra o madera: yo he experimentado la Gravedad con la fría piedra de baldosa y con la madera de parquet.

Mil y una veces prefiero la madera del parquet. Que me perdone Einstein, pero no hace falta ser físico atómico para darse cuenta, un simple chichón lo confirma.

La Gravedad.

Pos si Arquímedes fue uno importante; el tal Newton no lo fue menos. Newton enunció la teoría de la "Gravedad", según la cuál si una manzana madura te cae en la cocorota; no debes comértela; puesto que las posibilidades de que tenga gusano son elevadas.

Y el tipo va y le llama: la Gravedad... e hizo muy bien y estuvo muy bien llamado, que la gravedad de la situación varía en función de la altura desde que cae la manzana.

En mi caso concreto; yo no soy tan osada como algunos de mis amiguitos, que han saltado desde sus bañeras, de la cama de sus mamás o de un sofá... Mi limitada experiencia se reduce a irme de espaldas estando sentada. Alguien puede pensar que la gravedad en este caso no es mucha.

Pos para mí fue suficientemente grave.

domingo, 11 de octubre de 2009

Dame un punto de apoyo.


Pues el tal Arquímedes no cabe duda de que era un genio. Sí, aquel que acuñó la famosa expresión Eureka (lo encontré), cuando encontró a su Lucas, su patito de goma, en el fondo de la bañera.

Pues también dijo lo de dame un punto de apoyo y moveré el mundo.

Y para mí que el tipo tenía razón, que a mí me das un punto de apoyo y muevo el mundo... más o menos unos quince centímetros hacia abajo.

Los que lo veáis desde fuera seguramente diréis que no... que soy yo la que me muevo y aprovecho ese punto de apoyo para ponerme de pie.

Pero desde mi punto de vista, la impresión que tengo es que el mundo y todas las cosas que sobre él se encuentran, se desplazan hacia abajo entre quince y veinte centímetros, (es la diferencia entre sentada y en pie).

En fin, dame dos puntos de apoyo y daré una voltereta.

Recorte de Precios.

El otro día fui de excursión con mami a un sitio de esos que a ella le encantan y a papi le ponen los pelos de punta y le dan sudores fríos...sobre todo cuando es mami la que lleva en la mano un trocito de plástico de colorines.

Pos resulta que mami coge varias prendas de bebé, que ya es hora de que me vayan equipando para el frío de este otoño invierno y las va colocando conmigo, encima del Bugaboo Rosigrís.

En una de estas que mami se despista, yo cojo una de las prendas y empiezo a saborear la etiqueta donde al principio venía el precio del vestidito, hasta dejarla en la mitad.

Al llegar a caja mami se llevó una doble sorpresa: primero; porque faltaba la mitad de la etiqueta de un vestido y la otra mitad estaba toda llena de baba y la empleada le miraba con cara rara y segundo; porque a pesar de haber sólo la mitad de la etiqueta y por tanto del precio, la empleada insistía en que tenía que cobrar la totalidad.

Pero peor lo tuvo la empleada, que dudaba en si pasar la pistola lectora de precios por mi barriguita, lo que le habría provocado seguramente un conflicto con mami.

En fín... que las rebajas deben de ser otra cosa. No se vale comerse los precios.

Gateando.

Ya soy un cuatro por cuatro.

Me sueltas en el suelo de casa o en cuaquier otro suelo y pongo no pies, sino pies y manos en polvorosa. Corro que me las pelo con mi culito en aire.

Hay algo que llama la atención al verme gatear en pañales.

Me cambiaron la talla de pañal antes de tiempo, todavía no estoy en el peso de la nueva talla, me faltan dos kilos. Por eso si venís por casa y véis un pañal grande con una niña pequeña gateando dentro,... no os asustéis; soy yo que ando por ahí de excursión.

O mejor aún... si alguien viene a casa y ve un pañal grande gateando sólo por el pasillo, que por favor tenga cuidado de no ir a pisarlo, porque seguramente yo voy por dentro.

Desavenencias familiares.

Que nadie se asuste; todo marcha estupendamente entre Costipao y Sparrow, (como siempre) y ni que decir tiene que desde ellos hacia mí y el sentimiento es mutuo: que se lo devuelvo todo lo bien que sé.

El problema familiar es entre el Bugaboo Rosigrís y yo.

Empezó el Bugaboo Rosigrís: pilotaba Sparrow, (mami es mucho más delicada y nunca falla); al ir a superar una barrera arquitectónica en una acera, (de esas que no deberían existir, pero que hay miles), dejó caer de golpe las ruedas delanteras y allá me voy yo... con "el sitio dónde en teoría deberían ir mis dientes", de morros contra la barra de seguridad. Consecuencia: le quitamos al pirata cuatro puntos de carnet de cochecito y yo solté tres gritos y una lágrima,...que tampoco es para exagerar.

Peeeero... los piratas somos de naturaleza rencorosa: ahora me dedico a coger la barra de seguridad con "el sitio dónde en teoría deberían ir mis dientes" y apretar todo lo fuerte que puedo. Creo que es parecido a lo que se conoce como morder...La barra está forrada de una especie de espuma y el Bugaboo no suelta tres gritos ni una lágrima...

Ya veremos si es tan "gallito" cuando los dientes estén dónde deben estar.