Como las vedettes, las actrices, las grandes estrellas o como la madrina: hizo su aparición estelar...LOLA!!!.
Llegó con las primeras horas de la tarde del 26 de agosto, con poco ruido y alborotando menos de lo justamente necesario, aunque después de toooda una noche jugando con la madrina. Finalmente llegó la primita LOLA, (con mayúsculas, como todas las cosas importantes). Llegó con algo más de 3 kilos y 200 gramos, con abundante cabellito y con sus deditos largos...al fin dejó que la luz del sol acariciase su suave piel rosada.
Si alguien quiere saber las consecuencias, os diré que los padrinos andan como Heidi y Son Goku, cada uno montado en su respectiva nube y sin ninguna intención de aterrizar. FELICIDAD. Es una paradoja. Es una paradoja que utilicemos exactamente el mismo gesto para los momentos más tristes y para los más felices: una lágrima salada. En este caso de felicidad. Nuestra más grande felicidad compartida con los padrinos y con LOLA.
Y nuestra envidia sana del momento que están disfrutando. Estos días patinan tres felices lágrimas piratas por dentro de tres corazones piratas: por ellos y por el recuerdo de aquel último 13 de noviembre, cuando en un paritorio por fin los tres estuvimos por primera vez juntos, por aquel 13 de noviembre último en que apareció el Gran Jefe para encargar a los chicos mi custodia y ordenarles que me dieran todo lo mejor de dentro de sí y todo su amor.
Tal vez la visita del Gran Jefe no fuese necesaria: los tres no hemos dejado de amarnos ni un sólo segundo desde aquel momento.
FELICIDADES A VOSOTROS TRES.
Llegó con las primeras horas de la tarde del 26 de agosto, con poco ruido y alborotando menos de lo justamente necesario, aunque después de toooda una noche jugando con la madrina. Finalmente llegó la primita LOLA, (con mayúsculas, como todas las cosas importantes). Llegó con algo más de 3 kilos y 200 gramos, con abundante cabellito y con sus deditos largos...al fin dejó que la luz del sol acariciase su suave piel rosada.
Si alguien quiere saber las consecuencias, os diré que los padrinos andan como Heidi y Son Goku, cada uno montado en su respectiva nube y sin ninguna intención de aterrizar. FELICIDAD. Es una paradoja. Es una paradoja que utilicemos exactamente el mismo gesto para los momentos más tristes y para los más felices: una lágrima salada. En este caso de felicidad. Nuestra más grande felicidad compartida con los padrinos y con LOLA.
Y nuestra envidia sana del momento que están disfrutando. Estos días patinan tres felices lágrimas piratas por dentro de tres corazones piratas: por ellos y por el recuerdo de aquel último 13 de noviembre, cuando en un paritorio por fin los tres estuvimos por primera vez juntos, por aquel 13 de noviembre último en que apareció el Gran Jefe para encargar a los chicos mi custodia y ordenarles que me dieran todo lo mejor de dentro de sí y todo su amor.
Tal vez la visita del Gran Jefe no fuese necesaria: los tres no hemos dejado de amarnos ni un sólo segundo desde aquel momento.
FELICIDADES A VOSOTROS TRES.