Caperucita al Cole de Mayores.

Pos hay un par de consideraciones.

Primera: no me extraña que el lobo fuese a casa de la abuela de caperucita, ni que le entrase el hambre; que la abuelita se alimenta, al parecer, de piruletas de fresa de vaqueros... que vaya privilegiada que es la abuelita!!!.

Segundo: que al parecer voy a dejar el colegio al que voy una vez cada quince días por otro de mayores.

Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.

Como cosa mala se puede contar, por ejemplo, que indefectiblemente me veré obligada a montar un par de pollos de esos buenos!!!!

Como cosa buena, que allí voy a coincidir con algunos de mis compis del cole de quitininos.

Como cosa mala para mí, que me tendrán que quitar el pañal y no podré ahuyentar al personal a mis anchas con el tufillo; como cosa buena para el economista, que ya se está frotando las manos con el pastizal a ahorrar en pañales...

¿Quién se ha llevado mi queso?... No importa; hay más y mejores quesos!!!!

27 de Febrero.

Hoy es 27 de Febrero.

En algunas cosas estamos de acuerdo Sparrow y yo: a mí me gustan los cuentos y a él los des-cuentos; también coincidimos en el helado de chocolate y en el yogur con trocitos de fresa e incluso estamos de acuerto en Toy Story 1, 2 y 3.

Pero hay una cosa, de entre las que tenemos coincidencia, que está por encima de todas las demás: ella, además de ser preciosa, es la mejor persona que ambos conocemos.

Algunos profesionales tienen un secreto para su éxito, algunas recetas de cocina tienen un ingrediente secreto que las hace superiores, a veces un diseño secreto hace que algún coche corra más que los otros...

Si en nuestra familia hay algún SECRETO que haga que seamos mejores... sin duda el secreto es ELLA.

Seguimos creciendo juntas... te quiero.

Hoy es 27 de febrero.

Felicidades MAMÁ, (así con mayúsculas, como las cosas más importantes).

La Chica de Mattel.

Pos al parecer resulta que la rubia es una tipa con bastante atractivo, guapísima y de estilizada figura y tal y tal... y que trae al pobre Ken por el camino de la amargura, que se le pone cara de pánfilo cada vez que la ve.

Pero el hecho de disfrutar de una esbelta figura no necesariamente garantiza que una mujer luzca con clase; que a veces siendo más bajita y redondita como yo, se tiene un saber estar y un saber combinar complementos de forma adecuada, que hace que caminemos con más elegancia.

Y si no, que alguien me explique cómo es que la estilizada rubia me ha venido con calentadores y zapatos de tacón... ¿es qué tiene dudas entre si va a pasar la tarde desfilando por una pasarela o haciendo abdominales?



Por si acaso, la mía se queda sin zapatos... bueno; por si acaso y por si me los como, (que son quitininos).

Y el pobrecillo Kent... ¿no podría fijarse más en este tipo de detalles?... ¡Hombressss!.

La Estrategia de la H.

Al parecer hay un teorema físico - matemático al respecto: “La superficie ocupada por un cuerpo durmiente es inversamente proporcional tanto a su volumen, como a la masa que habitualmente desplaza”.

Dicho de otra manera: cuanto más pequeña eres, más espacio ocupas en la cama.

En nuestro caso el teorema se cumple a pies juntillas; el más voluminoso y pesado de nuestra casa es con diferencia Sparrow, después Costipao es en comparación más grande que yo, que vengo siendo la más “quitinina”.

Sin embargo, a la hora de dormir todos juntos, el pirata casi se cae por un lado de la cama durmiendo en un bordillo, mamimamá tiene tres centímetros cuadrados más que él a su disposición, y por último, yo duermo a mis anchas.

Existen diversas técnicas en diferentes deportes: defensa en zona al basket, el 4-4-2 en fútbol, individual con uno adelantado en balonmano...

En casa al practicar duerming utilizamos la estrategia de la H: ellos a pelearse por no caerse de la cama, uno en cada esquina y yo atravesada de lado a lado, cuidando de que no alteren la estrategia.

Ni Guardiola ni Mourinho; si hay alguna campeona de la estrategia esa es Inés, (o Woody, como prefiráis).

El Pelocho.

Una buena noticia!!!, siiií, siiiiií.......ELLOS van a ser papás... o como ellos mismos dicen: están esperando un Pelocho.

¿Pos sabes que te digo?. Que el Pelochiño va a ser un chico muuuuy afortunado, que es una estupenda casa para ir a parar, que son dos excelentes chicos y que estoy convencida de que van a ser unos papás estupendos.

Tengo mucha autoridad para decir esto: sé lo muy bien que me tratan y lo mucho que me quieren y los quiero... así que... imaginad cuando tengan su propio Pelochiño!!.

A ELLA la podremos ver a finales de verano, detrás del carrito que irá empujando inflada como un pavo real, (como corresponde a una mamá de nuevo cuño)... y a ÉL lo podremos oir por las tardes, tocándole la gaita.........;0).

Enhorabuena Pelochiño!!!!!

Isi Disi.

Pos es mi muñeca favorita.

Algunos, como Ken, tienen una mayor inclinación hacia la chica rubia de Mattel, otros hacia aquellas cabezonas salidas de un comic de manga japonés, hasta la Nancy ha dejado de ser la muñeca de carita dulce entrañable que fue en los setenta...

En cambio Isi Disi es preciosa: llena de alegre colorido, en la ropa y también en el pelo, con esa mirada de grandes ojazos redondos tan dulces, sin necesidad de mostrar sus curvas ni preocuparse por insinuar, únicamente haciendo gala de su porte y sencillez... Isi Disi es la mejor!!!.

Me encanta coger a Isi Disi en mis brazos y contarle cuentos.

Cuando digo su nombre algunos me miran extrañados, porque piensan en el grupo de música dura AC/DC.

En realidad a ella la llamo Isi Disi porque su nombre es Upsy Daisy, de la misma manera que a su amigo le llamo Iquigol, aunque su nombre es Iggle Piggle... ¿O es que pensabais que a él le iba a llamar Iron Maiden?.

Marcando Estilo.

Pos a una lo que le priva es marcar tendencia.

Hacer las cosas de forma diferente a cómo las hacen tooodos los demás.

Y así funciona con todo; empezando con las cosas más importantes, como lanzarse por un tobogán: mientras los demás apoyan su culo y se deslizan sentaditos hasta el final, yo apoyo la panzota que heredé de mi progenitor y bajo estirada tan larga como soy... (que no es mucho).

No hay duda: tengo mi propia personalidad.