Llegó cuando no había pasado ni siquiera un mes desde que mami y papi se dieron el primer beso; todavía vivían cada uno en su casa... fue hace muuuucho tiempo, (mi existencia era impensable por aquel entonces).
Vino de un país del norte de África que se llama Túnez.
Estaba allí; en una fuente, intentando llamar la atención, hasta que mami se fijó en ella. La quiso... El pirata obediente la recogió.
No volaban con la compañía irlandesa de autobuses con alas, que tiene la manía de medirlo y pesarlo todo, volaban con Spanair, que es más tolerante; por eso la piedra filosofal pudo venir... Porque hasta un tonto se daría cuenta de que había algo raro en la fila de embarque: uno de los pasajeros iba totalmente retorcido hacia un lado, (la piedra pesa lo suyo, el tono rojizo puede que sea de mineral de hierro).
Tampoco había las medidas tan serias que se impusieron después de lo de las Torres Gemelas, que a ver en que agujero oscuro, profundo y ultraenrejado iban a encerrar a un pirata que pretendía subir a un avión con un enorme candullo en la mochila... que un tipo que pretende subir con un pedrolo a un avión no debe planear nada bueno.
Los de la torre de control de Barajas sí que se quedaron sorprendidos de ver llegar un avión totalmente escorado, girado hacia el ala derecha, vencido hacia ese lado por el peso. Pero seguramente supusieron que esa escora se debería a un movimiento de la carga, no al peso de una piedra ferruginosa.
Ahora adorna nuestro cuarto de baño.
También tenemos un Coral que una vez fue lila y que vino del Caribe... pero esa es otra historia.
Vino de un país del norte de África que se llama Túnez.
Estaba allí; en una fuente, intentando llamar la atención, hasta que mami se fijó en ella. La quiso... El pirata obediente la recogió.
No volaban con la compañía irlandesa de autobuses con alas, que tiene la manía de medirlo y pesarlo todo, volaban con Spanair, que es más tolerante; por eso la piedra filosofal pudo venir... Porque hasta un tonto se daría cuenta de que había algo raro en la fila de embarque: uno de los pasajeros iba totalmente retorcido hacia un lado, (la piedra pesa lo suyo, el tono rojizo puede que sea de mineral de hierro).
Tampoco había las medidas tan serias que se impusieron después de lo de las Torres Gemelas, que a ver en que agujero oscuro, profundo y ultraenrejado iban a encerrar a un pirata que pretendía subir a un avión con un enorme candullo en la mochila... que un tipo que pretende subir con un pedrolo a un avión no debe planear nada bueno.
Los de la torre de control de Barajas sí que se quedaron sorprendidos de ver llegar un avión totalmente escorado, girado hacia el ala derecha, vencido hacia ese lado por el peso. Pero seguramente supusieron que esa escora se debería a un movimiento de la carga, no al peso de una piedra ferruginosa.
Ahora adorna nuestro cuarto de baño.
También tenemos un Coral que una vez fue lila y que vino del Caribe... pero esa es otra historia.