La mamá de Quinto Tiburcio vivía en Segóbriga hace cienes y cienes de años.
Un día dejó de salirle agua por el grifo. Resulta que con las obras de un parking cercano, alguien se cargó una tubería.
Como la mamá de Quinto Tiburcio necesitaba el agua para cocinar el cochinillo para su marido Cándidus Augusto, decidió enviar a su hijo Quinto Tiburcio a por una poca.
Resulta que el agua quedaba un poco lejos de casa de Quinto Tiburcio, así que este decidió intentar algo creativo que le minorase el esfuezo... así fue como inventó el acueducto; y como lo hizo en Segóbriga, lo llamó el acueducto de Segóbriga.
Ni que decir tiene que en cuanto la mamá de Quinto Tiburcio vió lo que había hecho su pequeño, le echó la correspondiente reprimenda:
- Que sólo a tí se te ocurre, hijo mío, hacer semejante aberración... exagerao!!!... cargarte el paisaje de forma tan bestia; que si estabas cansado podías haberte inventado el borriquito y el botijo,... pero nada de acueductos!!!
El pobre Quinto Tiburcio se quedó castigado sin su paga de cuatro sextercios, sin salir este fin de semana y ya no le compraron el Exin Castillos, (por si acaso se le ocurría inventar una muralla china).
Un día dejó de salirle agua por el grifo. Resulta que con las obras de un parking cercano, alguien se cargó una tubería.
Como la mamá de Quinto Tiburcio necesitaba el agua para cocinar el cochinillo para su marido Cándidus Augusto, decidió enviar a su hijo Quinto Tiburcio a por una poca.
Resulta que el agua quedaba un poco lejos de casa de Quinto Tiburcio, así que este decidió intentar algo creativo que le minorase el esfuezo... así fue como inventó el acueducto; y como lo hizo en Segóbriga, lo llamó el acueducto de Segóbriga.
Ni que decir tiene que en cuanto la mamá de Quinto Tiburcio vió lo que había hecho su pequeño, le echó la correspondiente reprimenda:
- Que sólo a tí se te ocurre, hijo mío, hacer semejante aberración... exagerao!!!... cargarte el paisaje de forma tan bestia; que si estabas cansado podías haberte inventado el borriquito y el botijo,... pero nada de acueductos!!!
El pobre Quinto Tiburcio se quedó castigado sin su paga de cuatro sextercios, sin salir este fin de semana y ya no le compraron el Exin Castillos, (por si acaso se le ocurría inventar una muralla china).
4 comentarios:
Jajjajajajajja
Pues que sí le ha quedado grande, ¿no? Pero, seguro, seguro, a su madre no volvió a quedársele sin agua el grifo... o al menos no tan seguido.
Un beso, chiquita.
jajajaja con lección includia este post!
te veo chiquita chiquita al lado de los acueductos
besos mini Inés
Pobre Quinto, fue un adelantado a su época, que ahora a todo el mundo le da por hacer obras así a lo grande. Aunque seguro que las de ahora no aguantan cienes y cienes de años en pie!
jajaja pobre Tiburcio!
Publicar un comentario