martes, 8 de junio de 2010

El Retiro.


Un pariente de mi amigo el bolardista, (o por lo menos seguro que vecino), que se llamaba Conde Duque de Olivares; le regaló unos terrenos a un Borbón.

Este decidió acondicionarlos para ir a pasar las tardes: tumbarse junto a un abolo a leer un libro o a estudiar física cuántica, pasear en bicicleta, o ir a echarse un pádel a unas pistas que puso allí.

El parque es enoooorme, y tiene unos abolos que parecen hechos de gigantes pompas de jabón, tiene un estanque grandíiiisimo con barquitas, (aunque los de este pueblo no reman ni la mitad de fuerte que los del mío) y un montón de jardines y de estatuas.

Mención aparte la merece el Palacio de Cristal; un edificio de cristal en el que tienen unas flores muy bonitas y en el que tienen una silla roja y una silla azul.

Además, a la entrada de este palacio de cristal hay un estanque con cisnes y tortugas, (no sé si son las famosas tortugas ninja, pero los niños jugaban con ellas).




5 comentarios:

Jessica dijo...

estás hermosa! ese gorrito o boina te queda super super

Oye Inés y esas sillas son para llevar? porque si Emma las vé va a querer llevarse unas cuantas dentro de mi avión presidencial

besos pequeña turista citadina

cricri dijo...

Cómo se nota que fuísteis entre semana. ¡Qué bonito está el Retiro sin gente! Las torutugas son una gracia que invade los parques, por lo menos los de Madrid. Se compra al niño una tortuga y cuando se cansa de ella se echa en un estanque...y se están haciendo fuertes y casi mutantes.¿La silla roja y la azul?

Karina Ibarra dijo...

Vaya semanita más chula que os pegasteis no?


A disfrutar... de eso se trata!

un besito guapísima

Leo dijo...

Pues aunque le insista mucho a mi mamá creo que nunca me llevará a ese parque porque dice que está lleno de locos. ¡Le tiene manía!

Laura dijo...

Menudo viaje os pegasteis familia!
Que envidia!!! (je,je,je)

Ines, estas preciosa... un besito :-)