domingo, 24 de octubre de 2010

Teléfono.

Pos resulta que hablé un ratito por teléfono... y pos resulta también que la que estaba al otro lado no era la abuela... aunque al pricipio pensé: ¡Vaya raro que habla hoy la abuelita!.

Al otro lado estaba Ella, la chica del tremendo salero a la vez que redactora sin igual; y lo que es más importante, la mamá de uno de los Grandes de España: ni más ni menos que Leo.

Primero quiso cantar conmigo la canción de Pinocho; pero entre que era pelín tarde y que a mí me estaban desenredando mis "no existentes rizos" después del baño... pos yo no estaba para cánticos.

Lo que sí hice fue darle una muestra de mis progresos; lo dije con toda claridad "L - E - O", ya no es Calo, ahora lo llamo de la misma manera que los demás, (aunque tu nombre antiguo lo sigo recordando con cariño, Calo).

Depués fuí pelín maleducada, que le colgué el teléfono; pero no fue culpa mía: entre lo mal que lo pusieron en mis mano y lo pequeñitos que son los botones de los teléfonos... la despedí sin despedirme.

Bueno... ella sabe que es una de mis favoritas.

5 comentarios:

Karina Ibarra dijo...

jajaja.. vaya cara la que se le tenía que quedar a Sé con ese abrupto colgar del teléfono... por suerte los papis lo entendemos todos.
Espero que conmigo si quieras hablar por teléfono algun día!

besos preciosa

Anónimo dijo...

¡Qué linda!
Y qué rico estar cerquita de Leo y sus papás.
Besitos, chiquita.

Jessica dijo...

de seguro Se entiende a la perfección ese colgar abrupto de tu parte

y si Calo siempre será recordado con mucho cariño y bienvenido a Leo!!

besos princesa

Leo dijo...

Ah sí? Con que a eso se dedica mi mamá cuando yo estoy sobando, a hablar por teléfono con MIS amigos? Pues ya le vale, menuda bronca que le espera. Hiciste muy bien en colgarle, la próxima vez que los mayores quieran telefonearse que lo hagan a horas más prudentes.

María José dijo...

Un placer no hablar contigo, Inés.

Besos preciosa.