jueves, 23 de septiembre de 2010

El que se fue a Sevilla...


El que se fue a Sevilla perdió su silla!!!...

Excepto unos de mi pueblo; que se iban a ir de viaje a Sevilla y para no perder su silla, se hicieron una que medía cuatro metros y la pusieron en lo alto de un monte, para no olvidarse de dónde estaba, o tal vez para no perderla... (como si fuese algo fácil perder una silla de cuatro metros de alto).

Pero no iban mal encaminados; que alguien intentó robársela: un empresario de la zona le pegó carteles publicitarios de su empresa, como si la silla hubiese sido patrocinada o construída por él...

Menos mal que los autores reales tenían fotos del proceso de montaje y las publicaron en la prensa... después el otro granuja se la quiso comprar por mil euros; a lo que los artistas le dijeron que les comprasen cuadros; que si quería comprarse sillas que fuese a la tienda sueca de las letras amarillas.

Un secreto: en este pueblo pequeño todo está relacionado... uno de los dos artistas de la "sillita" es hermano de nuestro fontanero.

Parce que no es cosa de familia: por lo menos nuestro wáter no mide cuatro metros y no necesitamos escalera para subir a cag...

3 comentarios:

Leo dijo...

Jejeje, yo lo vi en la tele, me lo dijo mi papá. Pero la verdad es que más que en la silla me fijé en el paisaje tan chulo y pensé, jo, cocola (como mola) el sitio donde vive mi amiga Inés...

Anónimo dijo...

¡Qué maravilla! Me encanta, además, la foto. ¿Habrá gigante que se suba a esa silla?

Jessica dijo...

ooohhhh eso no lo sabía!