miércoles, 17 de septiembre de 2008

El angelito que al tropezar se cayó del cielo

La bisabuela Luci ha vivido toda su vida en su pequeño mundo de La Faísca, sólo en una ocasión ha salido de la península: para ir a París a ver a sus sobrinas y al ver la torre Eiffel le cruza un pensamiento:”…anda!!!!!!!!!!, si esta es la antena,…¿cómo será la tele?...”; ella jamás ha ido en avión y no sabe nadar, ni falta que le hace.

La bisa Luci es una cosita pequeña que no llega a levantar más de metro y medio del suelo, es increíble que en tan diminuto volumen quepa un corazón tan grande; siempre tiene un par de sonrisas alegres en la cara: la primera en la boca y la segunda en sus ojillos.

Ella es de lo más bondadoso que puede haber, siempre con un caramelo en el bolso, una onza de chocolate en el chinero y un duro en la cartera,… por si alguno de sus catorce nietos se acerca a darle un beso. Es capaz de recorrer 200 kms en coche aguantando el pis por no molestarte al hacerte parar,…Nunca hace una crítica, nunca tiene un mal gesto o una mala palabra. Se enfada si quieres pagar la compra, aunque ella gane la pensión mínima de menos de 500 euros y tú le tripliques el sueldo,…

Le encanta reír, (le gustan Charlot, Cantinflas y Harold Lloyd) y sobre todo le encanta la compañía de gente joven y sobre todo de todo, le encanta reír en compañía de gente joven.

La bisa Luci es un angelito que se ha tropezado y se ha caído del cielo.

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