Llevo varios días dentro de mami subiéndome a todas las atracciones de feria: patadas, saltos, volteretas,…, (mami dice que soy una "caralleta", jiji), y cuando me estoy quietecita para descansar un rato, mami se mosquea y me da un achuchón para que pegue unos saltos y así compruebe que sigo creciendo.
Pero esta noche me toca dormir tranquilita, para despertar relajadita y ponerme bien guapa, bien peinada y maquillada; porque mañana es mi última oportunidad para que me den la estatuilla dorada, (an de Oscar gous tuuuuuu Inéeees), mañana es la tercera y última Ecografía.
Espero que mami y papi estén más centrados que la vez anterior, que se olvidaron de preguntar mi sexo; me pareció oírles que van a llevar las preguntas escritas,…la abuela Mari Luz le dijo a papi que incluso pudiera ser que viesen mi cara, tal vez se la enseñe,…me lo voy a pensar. Lo cierto es que hace unas semanas pensaron en hacerse la ECO en 3D, pero se les pasó pedir la vez; casi prefiero, porque en esas ECOs nosotros los bebés salimos que parecemos un trozo de masa para pizza, pero bueno, también sería un bonito recuerdo. Es igual, en todo caso, pronto nos vamos a ver las caritas.
De hecho, ahora los “chavales” están súuuupertensos, por la mañana mami llamó a papi al chollo y este ya pensó que era yo que venía con 8 meses, (como mami no le suele llamar al curro). Lo cierto es que ahora, a la mínima ya están pensando en que es posible que tengan que salir corriendo para el hospital, aaaaaaaah y un secreto: en cuanto colgó el teléfono papi tuvo que ir corriendo al baño, que le entró apretón; esperemos que cuando llegue la hora de verdad no sea tan “cajiñas”, (en el sentido literal).
Tranquiiiiiilos,… imperiosos, que no tengo pensado salir antes de tiempo.
Aaaaaaah y otra cosa, un beso a toda la familia de Vilagarcía, cuyo epicentro es de diez en la escala de Ritcher y cuya mami no tiene perro, (pero sí gato). Su mensaje fue muy bonito, ella vale once.
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