martes, 7 de julio de 2009

Leo.

Pos dice el pirata que a él no le sorprendió; que ya se imaginaba un precioso expeloncete motero y ya estaba fascinado por las fotos del lindísimo contador de bolardos. Pero para él lo mejor de Leo fue su carácter: es un chico sonriente con cuatro dientes, dos por banda; generoso, pero no con las cosas de llevar a la boca, que esas no se prestan, el chupete cada uno el suyo y ni te cuento lo que podría pasar con un biberón, (a esos que no se acerque ningún extraño).

Al “pequeño” Leo no le es necesario montar un espectáculo de alto sonido o abundante lacrimal; él sabe que es de esos que la gente admira, (un actor principal), por eso no necesita llamar la atención. Él es la atención.

Por cierto, que parte de su hermosura se debe a los megabibes que le prepara su papi. Su papaíto está en negociaciones con Ferrán Adrià, para abrir un nuevo restaurante, en plan “El Bulli”, pero sólo de biberones. El menú lo formarán todas las posibles mezclas de leche, frutas, microondas, galletas, chorizos, jamones…y con muy diferentes texturas: crema de helado abiberonado, vaporizado de galleta a la pera con sirope de lácteo, emulsión de manzana acompotada en base de papilla con chorizo, solidificación de zumo de bovino en pasta enharinada,…

Por narices tenía que ser tan hermoso como en realidad es.

Y viril,…que en un gesto intelectual masculino se fue detrás de una pelota y allí me quedé yo, conversando con su mamá, aprendiendo de dónde procedía un nene tan majo.


7 comentarios:

Sparrow dijo...

Dicen que Leo no sabe decir adiós,...no es cierto; lo que ocurre es que no quiere que te vayas.

Leo dijo...

Estoy a punto de cumplir un añito, 12 meses de intensa vida en la que mucho he contado y publicado sobre mí mismo. Pero es la primera vez que alguien habla sobre mí, y eso me emociona con emociones de bebé, las mejores, las que son de corazón.
Inés, me siento enormemente afortunado de haberte conocido, mucho, mucho, de verdad. Aunque para suerte la tuya, por tener unos papás que te que quieren tantísimo, que son dulces, simpáticos, ingeniosos, pacientes, cariñosos... buena gente, muy buena gente.
Dicen que la primera impresión es la que cuenta. Yo ya no necesito más. Soy pequeño, pero no tonto. Lo vi, lo supe, ya sois mis amigos.

Un besito Inés.
Nunca querré que te vayas.

María José dijo...

Ojalá tuviera el don de palabra que tiene mi querido retoño.
Pero no, los genes se saltaron mi generación. Sólo me queda deciros...

GRACIAS

Nunca unos piratas tuvieron tan buen corazón.

Karina Ibarra dijo...

Pues yo al guapísimo Leo lo conozco, no personalmente (espero que nos quede poco) pero si por lo que nos cuenta y querida Inés, coincido en todo contigo.
Ojo, creo que Leo no presta el chupete a las nenas, es cosa de machotes, eso no, no, no se comparte!

Besos familia, a las dos, a mi preciosa Inés y a mi querido Leo.

cricri dijo...

Es verdad, Leo llama la atención con sus ojos redonditos mirando todo lo que hay a su alrededor y es de esos niños que no te deja indiferente, te apetece mirarle y no parar. ¡Y ese cuerpo!

Sparrow dijo...

Leo,Leo...menos mal que los piratas no podemos ponernos colorados...

Gracias a vosotros, amigos.

Jessica dijo...

Leo no te conozco pero como si lo hiciera, tus ojos expresan toda la sabiduría del mundo.

Que suerte que Inés y tú se conocieron. Que suerte que sus papis se reunieron. Envidia de la buena.

Besos Inés