sábado, 28 de febrero de 2009

Fui de excursión al monte.

Este fin de semana pasado; aprovechando que por fin salió el sol tras meses de agua y nubes, fuimos de excursión todos los miembros de nuestra pequeña familia: mamá, papá, el Bugaboo rosigris y yo al monte; a comer con los “con ocho basta”.

Básicamente, el monte no difiere mucho de casa; lo único que todo es más grande. En el monte el techo es muuuuy alto, tan alto que ni me alcanza la vista a ver dónde está; las plantas son enoooormeees y el tallo es de madera, además el tiesto lo forma todo el suelo; los insectos también son gigaaaantes y tienen plumas y dicen pío, pío; y parece que alguien se dejó alguna ventana abierta, porque hay corrientes...Todo es como en casa, pero a lo grande.

El monte está infestado de animalillos, cuyo nombre en general empieza por “primo”: primo Jorgito, primo Yaguito, prima Lucía, primo Tutitas, prima Patri... Jiji, es broma; la verdad es que los primitos se portaron muy bien conmigo: se acercaron todos a verme y saludarme, dijeron lo pequeñita que era y acariciando mis mofletitos dijeron que tenía la piel muuuuuy suave.

Además, se portaron tan bien que sólo volaron por el aire los palos y piedras justamente necesarios y ni uno más.

Lo pasé bastante bien en mi primera excursión, dormí mucho y tomé un par de bibes; para otra ocasión a ver si tengo suerte y me preparan un biberón de churrasco.

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