miércoles, 27 de agosto de 2008

La Amniocentesis

Se acerca el día de la amniocentesis; las familias no saben nada. Los únicos a quienes se lo han contado mami y papi es a los vecinos; aún no os he hablado de ellos, se llaman María y Benjamín y valen oro puro, son de edad parecida a mami y papi, (bueeeenoooo, paaaapiiiii… maromeno) y son muy comprensivos y cariñosos, animan mucho a los “muchachos”; si no fuesen mis padrinos Tomás y Pía, no me importaría que fueran ellos.

En estos días de espera por la prueba hubo un retraimiento emocional, nada de pensar en carritos, cremas, trapitos, biberones, habitaciones o cunas. Las ilusiones han sido escondidas,…pobrecillos, espero que les den pronto el resultado de la prueba.

El día de la amnio hay cantidad de embarazadas delante de la puerta, aquello parece una fábrica de obuses, la mitad de ellos está a punto de explotar; papito piensa que no puede haber tantas embarazadas con un Down,…que tendrá que ser negativo el resultado en la mayoría de los casos.

Papi intenta pasar con mami, pero una enfermera le indica que él no puede, offsssss, tiene que dejar a mami sola ante el peligro. Mami sale con bastante buena cara, para lo agresivo de la prueba viene con buen pie. Ahora le esperan unos días de marquesita, en cama sin moverse, zumitos al desayuno, reposo absoluto, la comida la hará papi y mami sólo se levantará para hacer pipí, (que como ya os he contado es bastante a menudo). Debe guardar reposo absoluto porque como le han perforado la bolsa, si se moviese podría provocar un parto demasiado prematuro.

En fin, el trabajo está hecho. A esperar.

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