Estoy haciendo el pino

En teoría me falta poquito más de un mes para salir. Ahora mismo debo pesar aproximadamente unos 2 kilos, porque en la tercera ecografía de hace unas semanas ya pesaba 1 kilo y 700; mami empieza a estas alturas a ver la parte dura del embarazo: ya os conté que hasta ahora me llevaba como quien lleva un bolso, sin mareos, vómitos, ni un mal gesto, ni una incomodidad, (le costaba más llevar a papi que llevarme a mí). Pero ahora estoy dándole un poquito más de “guerra”: aparte de ser una “caralleta” como dice ella, ahora estoy haciendo el pino, con la cabeza para abajo y cuando me pongo de reggaetón, atizo las patadas hacia arriba, a las pobres costillitas de mami; además, le tengo un poco oprimido el estómago, con lo que le dificulto un poco la comida y la digestión; para dormir también tiene que buscar la postura, (últimamente se pone un cojín debajo de los pies), y sigue yendo a hacer pipí a cada rato, (papi también y no está embarazado,…debe ser empatía).

Los chicos no entienden muy bien que lleve varios días con la cabeza hacia abajo, no sé si piensan que me puedo marear; deben pensar que es lo mismo que si ellos se pusiesen a hacer el pino, cuando en realidad la gravedad no funciona igual dentro de la barriga de mami, en un medio líquido, (amniótico), distinto a si estuviera fuera, como ellos.

Mami y papi ahora se dedican a hacer cábalas sobre cuándo será la “ignición”: antes de la boda de la madrina dándoles tiempo a recuperarse para ir a Ferrol: en este caso el problema sería para la madrina porque tendría que poner un cubierto más para mí y porque yo le iba a quitar mucho protagonismo, (ya demostré en las ecografías que entre otras cosas soy una gran actriz); o si será mientras están en Ferrol: en este caso hay dudas, porque los chicos casi prefieren el hospital de Vigo; no saben si, en caso de que mami se ponga de parto en Ferrol, llevarla al hospital de allí, o bien salir zumbando por la autopista hacia Vigo, (de esta manera también cabría la posibilidad de que yo naciese en Padrón, en Caldas, o en el peaje de Pontevedra); o por último, al estar de regreso en Moaña: quizá sea lo mejor para todos; aunque los chicos están ilusionados por que sea cuanto antes, lo más cómodo es que la boda transcurra con normalidad el 15 de noviembre y yo haga mi entrada triunfal unos días después.