Pos resulta que mi serón es enooooooooorme; seguramente a los que lo hayáis visto os esté dando la risa, porque es seguro que ninguno de vosotros sería capaz de meterse dentro por mucho que se encoja, (y mucho menos ponerse a dormir). Pero para mí, que soy tan pequeñita, aquello es un mundo de grande; como todavía no tengo la vista desarrollada al 100%, no alcanzo a ver las paredes del serón, y tampoco las alcanzo con mis bracitos. Por eso para mí, mi camita es muuuuy grande, sólo alcanzo sus límites con una “cosa”.
Últimamente he encontrado un nuevo hobby, o tal vez deporte; consiste en “lanzamiento de chupete” y el mecanismo es el siguiente: tienes el “pete” en la boca un rato y le das unos meneos para calentar; luego coges impulso y zuuumba, lo escupes con todas tus fuerzas hasta donde alcanza tu vista.
Hay un pequeño problema: el “pete” me gusta mucho y me relaja; por eso, una vez que lo he lanzado y me doy cuenta de que ya no lo tengo en la boca, me entra una profunda desolación y me pongo triste porque el “pete” se fue y lo echo de menos y entonces me pongo a llorar, (porque mi serón es muy grande y no alcanzo a verlo, ni lo encuentro con mis manitas).
Entonces los chicos me oyen y vienen corriendo, buscan el chupete y cuando lo encuentran se quedan atónitos:………. ¿¿cómo ha llegado el chupete hasta aquí??, (alcanzo los límites del serón con sólo una “cosa”: el chupete).
Entonces me miran perplejos, se sonríen y me vuelven a colocar el “pete” para que no llore más…Y vuelve a empezar el proceso: tienes el “pete” en la boca un rato y le das unos meneos para calentar; luego coges impulso y zuuumba, lo escupes con todas…
El proceso se puede repetir durante horas, a lo mejor hasta diez veces en una hora, y es muy divertido; sobre todo cuando me pongo a entrenar a las cuatro o las cinco de la madrugada.
Los chicos intentan emularme, pero ninguno es capaz de lanzar el chupete tan lejos y con tanta elegancia como yo.
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