Ocurrió en el paritorio.

Un hospital es bastante parecido al ejército.

En la armada, se distingue el cargo que tiene cada uno según las estrellas o las líneas que tengan en las hombreras, se puede distinguir si estás ante un general, un sargento o un capitán; excepto si estás ante uno que no tiene nada en las hombreras, entonces tanto puede ser un limpiabotas como un pelapatatas.

En el hospital ocurre algo parecido: si estás ante un tipo con bata blanca y un bolígrafo en el bolsillo del pecho, estás con un médico; si tiene un estetoscopio en el cuello, ten cuidado…se trata de un médico “novato”; si tiene un camisero abierto por el pecho es un ATS,…Pero debes tener cuidado porque a veces intentan suplantarse y una enfermera con aires de grandeza puede muy bien ponerse un bolígrafo en el bolsillo del pecho.

Pero el espécimen que había en el paritorio era difícil de clasificar, igual que era difícil de clasificar las dos únicas cosas que hizo:

PRIMERA: recién nacida me llevaron a una cama debajo de una lámpara de calor, me limpiaron y me metieron un tubito por la nariz, (para darme aire). Después la matrona encargo a “Estrafalaria” que me pesase y le dijese cuánto era mi peso. “Estrafalaria” procedió y dijo 2,86 KILOS,…todo el mundo nos sorprendimos mucho, porque con ocho meses de embarazo era un peso muy elevado. Menos mal que papi estaba por allí y preguntó: “¿el peso hay que tomarlo con la niña enrollada en la mantita?”. Todo el mundo se miró: ¿??????????. SIN MANTA….AAAAAAAH: 2,57 KILOS. (Fue un error estúpido, pero si hubiera necesitado incubadora, lo mismo con el sobrepeso de la mantita me la hubieran evitado).

SEGUNDA: Una vez terminado el parto, con mami agotada y los puntos recién recibidos, con la piel y el corte aún frescos,…había que pasar de la silla de partos a la cama para ir a la habitación. Para ello, la silla de partos tenía unos botones eléctricos que retiraban los brazos y descendían el asiento, de forma que a mami le resulta sencillo salir y acostarse en la cama. “Estrafalaria” desconoce esto y hace ponerse en pie a mami encima de la silla de partos y de pie saltar a la cama, casi rozando el techo con la cabeza y dando una gran zancada, (peligro de que se abrieran los puntos), aparece de pie encima de la cama. Otro ATS que estaba allí tenía cara de no haber visto algo igual en su vida, dudaba de si habría tomado alguna copa de más antes de entrar al paritorio. Fue DIFERENTE, por no decir ESPERPÉNTICO.

Quiero decir; sin embargo, que la culpa no fue de “Estrafalaria”, sino de quien la puso a desarrollar unas tareas complejas sin facilitarle la adecuada formación. En fin; quedó ahí y ahora es una anécdota, espero que la próxima vez le salga mejor.