jueves, 23 de diciembre de 2010

Rudolf.



Ha venido Rudolf...

Es un reno y ha venido a pastar en el prado que hay frente al Ayuntamiento de nuestro pueblo.

Me encanta ir a visitarlo tooooodas las noches, cuando está encendido; (por la mañana no está encendido).

Me acerco junto a él, que está allí todo tranquilo iluminado, mientras pasta al lado de un árbolito y junto a esa cosa grande de piedra, que tal vez sea su casita... (aunque hay quién dice que se trata de un hórreo en ruinas y que servía para guardar el grano de maíz).

Me acerco a él y le digo que le comente a Papá Noel que he sido muy buena y que me deberá traer muchos juguetes.

A Papá Noel lo vi en los grandes almacenes esos: "El Tajo Británico" y salí escapada como
la lagartija del National; y es que es muy grande y gooordo y me da pelín de miedo. Al contrario de lo que pasó el año pasado, que yo llevaba en el pañal un bomba química y el Cartero Real se puso verde y le entraron ganas de escaparse ante mi tufillo, que la presencia de espíritu estuvo a puntito de abandonarlo.

Por eso; este año para evitar problemas con Papá Noel, prefiero bajar al parque, esperar a que enciendan a Rudolf y decile al oido mi recado con el pedido para el regordete colorado de barba cana.

4 comentarios:

Leo dijo...

Acabo de entender porqué los toboganes de los parques son eléctricos, porque así con toda la energía que se genera pueden luego alumbrar renos enteros.
No son listos ni na estos de los Ayuntamientos...

Àlex dijo...

Seguro que Rudolf le da mejor el recado que el Cartero... oye, y por cierto.. que bajó el gordo esta navidad?

Besitos, me encanta tu reno

Jessica dijo...

ooohhh pero si tenías a un mensajero de primera mano, seguro que el gordo rojo y blanco de la coca cola te trajo sorpresas hermosas

Anónimo dijo...

¡Buena estrategia! Mira que realmente papá Noel a veces se pasa de gordo.
Jjeje
Además Rudolf está bonito.
;)