Cosas de Playa.

La playa es un lugar maravilloso... creo que es el único lugar más maravilloso que el otro lugar maravilloso: la calle; (bueno, tal vez se pueda contar también al parque).

Pero a la vez es un lugar un poquillo frustrante... hay cantidad de cosas que no puedo coger y llevarme para casa.

Intenté una vez más coger y llevarme a casa a esa niña como yo; pero oscura, que está en el suelo y aparece cuando me da el sol... alargo mis deditos y la toco, pero no soy capaz de cogerla; a veces viene por el suelo una señora como mamá pero oscura, o un señor oscuro como papá, y acarician la cabeza de esa niña que es como yo.

Quise coger el mar y llevármelo para casa... nadie me riñó por ello, ni me dijo que estuviese prohibido; pero no fui capaz. Pensé que quedaría estupendo en el salón de casa; pero aunque metí allí las manos cienes y cienes de veces, no fui capaz de cogérmelo y meterlo en la Perla Negra para llevarlo para casa.

Luego salió la Luna... Esa sí que iba a quedar estupenda en el techo de mi cuarto. Me eché a andar para ir a buscarla; pero tal vez viva demasiado lejos, o tal vez mis piernecillas sean demasiado cortas... el caso es que me cansé; (generalmente me canso pronto), y decidí dejarlo para otro día

Lo que sí hice fue llevarme para casa la mitad de la playa: entre la arena que me como, la que viaja en mis zapatos y en mis juguetes y la que vino pegada a mí... casi podemos montarnos nuestra playa particular en la terraza.