viernes, 6 de agosto de 2010

Soplaré, soplaré...




Es sabido que manejo una cultura general amplísima, que tengo una gran claridad de ideas y un vocabulario extenso que manipulo con destreza absoluta...

Ahora bien... las cosas de soplar las llevo medio mal.

Ya os enseñé la refriega que tuve con el infernal aparato de las pompas para sacar una miserable pompa, yo venga a soplar hacia un lado y las pompas arrenarices que ni pum.

Pos ahora os enseño el funcionamiento del molinillo de viento: consiste en soplar fuertemente hacia delante mientras se aporrea con total intensidad el mecanismo en cuestión, hasta que este gire sin parar aunque sólo sea por purito miedo... (salir corriendo también puede ayudar al movimiento rotatorio).

3 comentarios:

Leo dijo...

Pues espero que nunca te pida ayuda un lobo que va por ahí intentando derribar la casa de unos cerditos constructores a base de soplidos.
Yo tengo un chisme de esos, pero tamaño XXL, vamos, que necesita un motor casi para hacerlo girar (o un papá con ganas de darle a los pulmones)

Jessica dijo...

jijiji

pues si para soplar te falta práctica pero que tal como baterista te puede ir super bien!

Besos

Àlex dijo...

Pues mamá dice que yo en lugar de soplar relleno piscinas, vamos que me sale tanta baba que bien serviría para una buena olla de puchero! (agcs!!)

Un besito guapa, os echábamos de menos!