domingo, 24 de enero de 2010

Devoradora de Libros.

Pos resulta que me han regalado un mooontooón de libros. Que dicen que el saber no ocupa lugar; pero que no es mi caso, que el saber ocupa exactamente un estante.

Al parecer en mi familia ha habido varios grandes devoradores de libros; pero sospecho que ninguno como yo.

Y es que han sido muchos los que se han tomado la molestia de regalarme libros, pero yo no me he tomado la molestia de aprender a utilizarlos... a eso que le llaman leer.

En concreto; tengo unos libros de gomaespuma de colorines, con dibujitos de objetos, animales, juguetes... esta semana los he estado leyendo: mordisqueando los cantos con mis paletillas, arrancando trocitos pequeños y devorando después el conocimiento.

Me temo que todo este saber irá a parar al mismo sitio que los mordiscos que le dí a las ceras de colores... Sólo espero que el otro loco no se vuelva a asustar y me lleve corriendo a urgencias, (mami; por favor, sujétalo).

4 comentarios:

Karina Ibarra dijo...

Y es que quien dijo que el conocimiento no es comestible? Y tanto que lo es!!!
Si no, preguntemosle también a Àlex que tiene todos nuestros libros enganchados con celo... todos, todos... Pobres libros, ven venir a Àlex y se lamentan de no tener pies... :-)

Besitos!

cricri dijo...

Hombre, por algo se empieza...el saber no ocupa lugar (bueno, en la pancita sí). ¡Pues imagínate que hay cuentos que huelen y todo, y muy bien!

Emma dijo...

Claro que hay que devorar los libros, si no como aprendemos, yo cuando era más pequeña lo hacía, mira que descuaricé a más de dos, ahora no porque los monitos de colores me gustan mucho, pero de vez en cuando si les corto un pedacito

Cuidado Sparrow, que ahora ya te han advertido, no no es de urgencia, todo lo que entra tiene que salir

Besos

Leo dijo...

Pues yo sigo pensando que es mucho mejor un buen bocadillo de chorizo (o de salami, mi nuevo descubrimiento!!!)