jueves, 7 de enero de 2010

Roscón de Reyes de Costipao.

Costipao nos quiso sorprender con un roscón de Reyes... y abofé que lo consiguió.

En realidad no se trató de un roscón de Reyes, sino más bien de dos.

Lo que ocurre es que el primero de ellos ya ni siquiera llegó a entrar en el horno, que aquello más que parecerse a la masa, se parecía al increíble Hulk.

El segundo sí que entró en el horno. Y tal como entró, estuvo dentro y salió... que no creció nada en absoluto. Deberíais verlo, parecía que lo había atropellado la caravana del París Dakar, o como si lo hubiese pisoteado una manada de elefantes.

Se parecía un poco a aquellos relojes digitales Casio de principios de los ochenta y que vuelven a estar de moda hoy en día: extraplanos. Pero lo que le importó a ella es que vuelven a estar de moda, así que el roscón de Costipao, como ella misma dice: viene a marcar tendencia.

4 comentarios:

Karina Ibarra dijo...

Seguro que de sabor estaba buenísima... el look no cuenta tanto si se hace con cariño... además si -como nosotros- alguna mano pequeña se cuela por ahí saben mejor!! :-)

Jessica dijo...

Bueno Inés acuerdate que no es importante el semblante exterior, si no lo que hay en el interior!

Al menos lo intentó, no que yo no sé amasar nada de nada

Besos

Leo dijo...

Lo importante del roscón no es el sabor, ni el tamaño, ni el aspecto. Lo fundamental es... si trae regalito o no!!!

Sparrow dijo...

Querido Simba: el roscón no traía regalito; básicamente porque no le cabía. Lo que sí parcía tener es un haba... de hecho parecía todo en sí mismo un haba.