"Voy caminando por la vida,
sin pausa, pero sin prisas
procurando no hacer ruido,
vestía con una sonrisa,
sin complejos ni temores
canto rumbas de colores
y el llorar no me hace daño
siempre y cuando TÚ no llores".
sin pausa, pero sin prisas
procurando no hacer ruido,
vestía con una sonrisa,
sin complejos ni temores
canto rumbas de colores
y el llorar no me hace daño
siempre y cuando TÚ no llores".
Aunque sea de las más pequeñas del grupo, tengo que decir que el tema del gateo ya lo tengo dominao y vivo permanentemente con uno de los chicos pegado a mi omóplato; no sea que me vaya de dientes, (de uno de mis dos dientes), contra cualquier esquina.
Ahora la tendencia del aprendizaje va hacia el caminar. Aunque aún me quedan muchos pasos por dar para caminar... (uy, que raro; creo que esta última frase requiere algo de estudio)... aunque me quedan muchos pasos que dar, por lo menos ya se notan ciertos avances.
Cuando empezaban a ponerme en el suelo, mi cabeza de elevado percentil se me iba hacia delante y su peso hacía que mi cuerpo se inclinase tanto hacia el frente, que no se podía considerar caminar.
Después consequí enderezar mi vida y caminar más derechita. Al menos casi toda yo; porque mi pie derecho iba por libre, al parecer el pobrecillo tiene una bisagra tronzada: caminaba, siempre cogida por ambas manos de un mayor, toda derechita; pero torciendo el pie derecho hacia dentro, (que parecía un futbolista que va a lanzar una falta de rosca).
Actualmente estoy consiguiendo que mi pie derecho me haga caso y camine tan derechito como todo el resto de mi yo. El siguiente paso será soltarme las manitas del mayor que me sujeta desde arriba como si fuese un títere y elegir mis propios caminos en la vida.
Ahora la tendencia del aprendizaje va hacia el caminar. Aunque aún me quedan muchos pasos por dar para caminar... (uy, que raro; creo que esta última frase requiere algo de estudio)... aunque me quedan muchos pasos que dar, por lo menos ya se notan ciertos avances.
Cuando empezaban a ponerme en el suelo, mi cabeza de elevado percentil se me iba hacia delante y su peso hacía que mi cuerpo se inclinase tanto hacia el frente, que no se podía considerar caminar.
Después consequí enderezar mi vida y caminar más derechita. Al menos casi toda yo; porque mi pie derecho iba por libre, al parecer el pobrecillo tiene una bisagra tronzada: caminaba, siempre cogida por ambas manos de un mayor, toda derechita; pero torciendo el pie derecho hacia dentro, (que parecía un futbolista que va a lanzar una falta de rosca).
Actualmente estoy consiguiendo que mi pie derecho me haga caso y camine tan derechito como todo el resto de mi yo. El siguiente paso será soltarme las manitas del mayor que me sujeta desde arriba como si fuese un títere y elegir mis propios caminos en la vida.
3 comentarios:
¡¡¡Bienvenida a la era bípeda Inés!!!
Ay, recuerdo con nostalgia aquellos días en los que yo comenzaba mi andadura por el mundo, y no precisamente a cuando nací... Ya verás cómo mola eso de caminar, que gatear está bien, pero esto es mucho mejor porque te deja las manos libres para cogerlo TODO. Si necesitas algunas clases prácticas, avísame, que yo estoy a punto de quitarme la "L" y eso es un grado.
Un besito caminante.
Y unas friegas para los riñones del capitán ;)
Ah, y quedan 3 días!!!
uy... lo que le queda a Àlex.. si ya lo he comprobado, las chicas somos más espabiladas en todos los sentidos... Àlex no tiene ningun, cero, nada de interés en caminar... el tío va rapidísimo a todos lados y no le interesa para nada caminar... a ver cuándo se decide!
Pero tu estas preciosa así!!! Nena, que pronto estarás corriendo!!
Un besazo!
Hay que hermosa!!!
Y la espalda de papá como quedó?
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